Domingo, Febrero 23, 2025

Lo más leído

Noticias Relacionadas

Gabriela Mistral: De maestra severa a rockstar

Al igual que yo, puede ser que en estos días varias personas hayan visto alguna publicación sobre Gabriela Mistral en sus redes sociales. Es comprensible porque hace unas semanas se conmemoraron 78 años desde que ganó el Premio Nobel de Literatura, razón por la que la siguen felicitando en las secciones de comentarios. Frente a esta situación vale la pena preguntarse: ¿cuánto saben las personas sobre Gabriela Mistral?

Buscar similitudes ideológicas ha sido uno de los caminos por los que se ha llegado a conocerla mejor, pero no es el único. En mi experiencia, los colegios chilenos les enseñan rondas a niñas y niños y ellos cantan frases como “dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás”. Gracias a esto, también aprenden algunas cosas sobre la escritora detrás de los rítmicos versos que entonan. Por ejemplo, que es el rostro del billete de 5 cinco mil pesos en Chile.

Con la llegada de la adolescencia, las rondas de la poeta concluyen y su rastro se desvanece. A pesar de esto, en la actualidad hay personas comprometidas en resaltar su papel como escritora, pero también como educadora, reformadora del sistema educativo y una intelectual que no se guardaba sus opiniones políticas. Gracias a quienes se esfuerzan en mantener vivo el legado de Gabriela Mistral es que los jóvenes logran tener una relación de admiración hacia su vida y obra.

Las nuevas generaciones chilenas perciben a la poeta como un ícono actual, pero con muchos años de trayectoria. Entre marchas, semáforos derribados y bombas lacrimógenas, Gabriela incluso se transforma en una de las abanderadas del feminismo y el movimiento LGBTQ+, debido a lo que se interpreta de su escritura, su prosa y sus discursos.

La oración de la maestra

No es casualidad que todas las personas con las que he tenido la oportunidad de hablar sobre la poeta, coincidan en que la única forma de conocerla es leyéndola. Así, juega un papel crucial la educación, el estímulo hacia la lectura y lo que se enseña dentro del aula de clases.

Natalia Canales Riquelme es profesora y licenciada en Letras, con especialización en literatura y lingüística hispánica. En sus años de experiencia, percibe una primera barrera entre la poeta y sus estudiantes. “Para los chiquillos, Gabriela Mistral es esta señora que siempre sale en las fotos seria, y es como una persona lejana, distante. Se ve como profesora de colegio antiguo, como que te va a retar”, explica.

Este primer acercamiento es el que muchos tienen, es la eterna percepción de una mujer dura, con la que es difícil relacionarse. A pesar de esto, Natalia ve a Mistral como un ejemplo a seguir en educación, materia en la que la ganadora del Nobel de Literatura también se destacó.

Es interesante mencionar que la poeta nacida en Vicuña, en el norte de Chile, venía de una familia con tradición docente. Su padre, Jerónimo Godoy Villanueva, que destacó por su ausencia, también era profesor. De la misma forma, su hermana, Emelina Molina, fue maestra y se cree que motivó a Gabriela a involucrarse en el ámbito educativo.

Museo Gabriela Mistral de Vicuña.

El sitio EducarChile señala lo siguiente: “A los 15 años, cuando fue nombrada ayudante en la escuela de La Compañía Baja, arrancó su carrera docente, que la llevó a trabajar en escuelas en La Serena, Los Andes, Punta Arenas, Temuco y Santiago”. Durante este periodo, la entonces maestra Gabriela, reflexionó sobre el rol de la docencia y las metodologías de enseñanza, lo que la llevó a trabajar en el extranjero.

“En junio de 1922, Gabriela Mistral viajó a México, invitada por su ministro de Educación José Vasconcelos, para colaborar en planes de la Reforma Educacional de ese país, y en la organización y fundación de bibliotecas populares”, según señala el sitio antes mencionado. En México, la poeta implementó un tipo de enseñanza que ya había trabajado en Chile, las escuelas al aire libre.

De la percepción que tenía Mistral sobre la educación, se destacan algunos puntos como la enseñanza ligada a los contextos y vivencias cotidianas de sus estudiantes, la constante relación con la naturaleza y, sobre todo, educar desde el amor y defender la niñez. Natalia Canales se identifica con esa labor y busca llevarla a la práctica en sus actividades docentes. “A veces uno dice ‘ay, estos cabros’, dan ganas de matarlos. Pero luego me acuerdo de lo que ella decía, que uno siempre tiene que educar con amor y que eso no significa que uno deje que la otra persona haga lo que quiera, amor también significa disciplina”, asegura.

Por lo mismo, más allá de imponer otra percepción, Natalia comparte la historia de Gabriela Mistral, y deja a criterio de cada uno lo que hay detrás de ella. “Cuando les cuento su historia, su vida, los contextos en los que creció y cómo se hizo profesora, también les muestro a su familia y a su hijo Yin Yin. Entonces, se genera un enganche en reconocer a esta persona y cómo ella construyó su historia a través de la poesía”.

Natalia Canales destaca también lo llamativo que resulta ver cómo una persona que emerge de un contexto pobre, rural, de la cuarta región de Chile, logra transformarse en una de las mujeres más importantes del siglo XX. Pero entonces, ¿quién era Gabriela Mistral antes de ser un ícono para la sociedad chilena y de su viaje a México?

Balada de mi nombre

Gabriela Mistral escribió: “El nombre mío que he perdido, / ¿dónde vive, dónde prospera? / Nombre de infancia, gota de leche, / rama de mirto tan ligera”. Y a nosotros nos queda preguntarnos ¿cuál es su origen? Enrealidad, ella se llamaba Lucila Godoy Alcayaga, nombre que recibió en su bautizo. Nació el 7 de abril de 1889 y desde los tres años vivió en Montegrande, que también está ubicado en la zona norte de Chile.

De forma simultánea a su carrera docente, se dedicó a escribir. En febrero de 1915, publicó Sonetos de la muerte, una obra que le significó la máxima distinción en los Juegos Florales, los cuales eran organizados por la Sociedad de Artistas y Escritores de Chile.

En los siguientes años, continuó publicando obras, dando charlas en distintos países y, además, inició su labor de cónsul, por la que también se le considera, dentro de todos sus oficios, como diplomática. Según el sitio Memoria Chilena, “el 10 de diciembre de 1945, recibió el galardón por el Premio Nobel de Literatura de manos del Rey Gustavo V de Suecia. Años después de este reconocimiento de carácter mundial, en 1951, se le otorgó en Chile el Premio Nacional de Literatura”.

Alguien que maneja muy bien la historia de la poeta chilena es Claudia Reyes García, investigadora independiente, escritora y biógrafa de Mistral. Ella comenzó su investigación en base a un hecho noticioso que era la repatriación de los restos de Yin Yin a Montegrande, cuando la escritora ya había fallecido. Tiempo después, Claudia tuvo acceso al testamento de Gabriela y se dio cuenta que dentro de las cosas que quería, no estaba declarado el mover a Yin Yin.

Desde entonces, Claudia ha revisado archivos y se ha interiorizado en la autora de Tala y Lagar. Escribió una biografía y ahora está cerca de terminar un ensayo sobre la niñez de la ganadora del Nobel. “Uno no elige trabajar sobre Gabriela Mistral, sino que ella la elige a una, aunque sea algo muy místico. Ella decide a quien poner a trabajar”, sostiene.

Claudia cree que la versatilidad y grandeza de Gabriela Mistral ha generado diversas apropiaciones totalmente contrarias a lo que fue. Este perfil moral como símbolo nacional, que se le dio con la emisión del billete de cinco mil pesos durante la dictadura, asegura la investigadora, sacó del mapa a Pablo Neruda y se le empezó a mirar como una maestra severa, como la señora de los cuentos infantiles.

Ficha del sitio Billetes y monedas del Banco Central de Chile.

Otra vez surge la percepción más ruda de Mistral, que según Claudia, ha cambiado debido a distintos grupos sociales, como el conformado por las y los jóvenes chilenos. “Con las revueltas, hoy la vemos con el pañuelo verde, proaborto, y como parte de las disidencias. Pero de esta percepción u otra, todo tiene que ver con que su nombre es muy vendedor, tiene nombre de pisco, de escuelas, de bibliotecas, porque todos lo han usado a su conveniencia. El problema es la ausencia de lectura y conocimiento sobre Gabriela Mistral”, reflexiona.

En las afueras del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), en el centro de Santiago, se puede ver un mural de la poeta sosteniendo una bandera chilena negra y con un pañuelo verde que rodea su cuello. La obra de Fabián Ciraolo es una de las tantas demostraciones de cómo la juventud ha percibido a la escritora en estos últimos años.

Mural de Fab Ciraolo, fotografiado por Pablo Matias.

Decálogo del artista

La Universidad Gabriela Mistral lleva su nombre, pero no fue hasta hace pocos meses que la figura de la escritora tomó mayor relevancia. Romina Uribe trabaja con la red de exalumnos de la universidad, pero antes de hacer eso, trabajó por varios años en centros culturales. Cuando Romina llegó a la universidad, lo primero que llamó su atención es que había pocas instancias que potenciaran la imagen de Mistral, sobre todo en ámbitos culturales dentro de un entorno en el que se forma a profesionales.

Para Romina Uribe, el siguiente paso era potenciar la figura de la poeta, con una unión que considera natural. “Nuestra universidad y el GAM comparten un nombre y para mí era obvio que teníamos que relacionarnos de alguna manera. Este centro cultural convoca a un montón de exposiciones culturales bajo el nombre de Gabriela Mistral, que es algo que queremos acercar a nuestro estudiantes y colaboradores”, comenta.

Dentro de las actividades que busca fortalecer la universidad, también tenían un convenio con la Municipalidad de Vicuña, lugar natal de Mistral, el cual fue generado para favorecer el intercambio cultural. Si bien aún no se ha planteado un nuevo convenio con otra institución, Romina sostiene que “hemos avanzado mucho, son solo dos convenios, pero con dos entidades súper relevantes en lo que es el trabajo en base a la figura de Gabriela. Además, creo que potenciar los aspectos culturales son parte importante del crecimiento profesional”.

Si de artistas hablamos, una de las cantantes chilenas más conocidas, Denise Rosenthal, lanzó en el año 2021 su tercer álbum, Todas seremos reinas, nombre similar al poema Todas íbamos a ser reinas, de Gabriela Mistral. No es una coincidencia.

La canción que inicia el álbum es el poema de Mistral, acompañado de ritmo, melodías y notas musicales. La cantante chilena, escuchada por un gran número de la población más joven, señaló en su momento al medio Soy Chile lo siguiente: “Mi abuela le recitó ese poema a mi mamá, mi mamá a mí y mi abuela a mí también”. Por eso, Gabriela Mistral toma fuerza a lo largo de su disco que trata varios temas desde una mirada feminista.

Cuando Denise fue jurado en el Festival de Viña del año 2020, una de las noches posó frente a las cámaras con una polera de la poeta. La artista, a través de su Instagram, comentó parte de la historia de Gabriela Mistral y destacó su rol como una de las figuras más importantes del siglo pasado. El post se hizo viral y de nuevo las generaciones más jóvenes se enfrentaron a Lucila.

Perfil en Instagram de Denise Rosenthal.

Tanto para Natalia Canales, Claudia Reyes y Romina Uribe, lo que hace especial a Gabriela Mistral para los jóvenes es su personalidad rupturista, de la mujer que opina, que trabaja y que innova.

Para Natalia, “Gabriela Mistral es una figura que se ha retomado en los últimos años, que estuvo muy ensombrecida por otros autores y siempre ligada a una figura maternal. Pero de un tiempo a esta parte, hemos conocido a la otra Gabriela, la que es rupturista, mucho más cercana al contexto de los jóvenes de ahora”.

Claudia opina de forma similar. “Muchas personas creen que Gabriela Mistral no sonreía, pero era una mujer con un gran sentido del humor, hay muchas fotos de ella sonriendo. Era como una rockstar, que viajaba, que vivía una historia súper cinematográfica. No podemos encapsularla en su imagen seria, lo que yo sé de las personas que la conocieron es que ella era bondadosa, que se preocupaba por el resto, que fumaba, que se tomaba una Coca-Cola. Era una mujer imponente, se notaba su presencia cuando llegaba a un lugar”.

De la misma manera, Romina cree que es una mujer fuerte y empoderada, un símbolo rupturista y un gran aporte a la cultura chilena y latinoamericana. “Creo que por lo mismo la identifican con los movimientos feministas”, asegura.

Fundación La Fuente.

Gabriela o Lucila. La única mujer latinoamericana ganadora del Premio Nobel de Literatura. La profesora que fue llevada a México para hacer una reforma educacional. La diplomática que envió cartas a los diarios para hablar de política. La poeta que plasmó sus más íntimos sentimientos en sus textos.

Gabriela Mistral es más que el nombre de una marca o de una institución. Es más que el rostro de un billete. Es más que una profesora estricta. Sería importante generar más debates, más instancias en las que se hable de ella y su obra. Natalia recomienda el Poema de Chile, Claudia los discursos públicos, no importa si es uno u otro, lo fundamental es leerla más y desde ahí formar una opinión sobre quién era realmente y qué la hace tan atractiva para los movimientos sociales actuales.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Lo último