El tercer episodio de la miniserie documental El peor inquilino del mundo, estrenada en el aƱo 2022 en Netflix, resulta especialmente perturbador para los espectadores chilenos. No solo por la brutalidad de los hechos, sino porque ocurrieron en plena comuna de Providencia.
Cuesta creer que alguien como Youssef Khetal un estafador internacional con un largo prontuario, haya podido moverse con tanta libertad, engaƱando a decenas de personas sin levantar sospechas. Que incluso haya llegado al extremo de querer asesinar a una joven estadounidense sin que nadie lo notara, esto expone una falla tremenda en los sistemas de control, tanto a nivel social como institucional.
Khetal tenĆa una larga lista de antecedentes que lo mantenĆan en calidad de prófugo en varios paĆses. Estaba siendo buscado por al menos 60 delitos, entre ellos fraudes, falsificaciones, incendios intencionales y estafas vinculadas a tarjetas de crĆ©dito. Uno de sus mĆ©todos mĆ”s comunes era ofrecer la compra de pasajes, quedarse con el dinero y luego inventar accidentes para justificar la pĆ©rdida.
Youssef mantiene asuntos legales pendientes en Inglaterra y Brasil. AllĆ tambiĆ©n utilizó identidades falsas, haciĆ©ndose pasar por un comando de las Fuerzas Especiales de Dinamarca o por un atleta de origen palestino. Hasta que aterrizó en Chile en el aƱo 2011, con la excusa de que participarĆa en una maratón en el norte del paĆs. Su mentira fue tan convincente que incluso recibió apoyo económico de la comunidad palestina residente en Chile.
El testimonio principal es el de Callie Quinn, una joven de 23 aƱos y que en ese entonces estaba dando clases de inglĆ©s en el paĆs. Fue ella la que se llevó la peor parte de todas las cosas graves que hizo el supuesto maratonista. Ambos se conocieron en el hostal que quedaba en Avenida Condell. Ella mencionó que se querĆa ir a vivir a otro lugar, y este hombre se hizo pasar por corredor de propiedades, le ofreció un supuesto departamento a cambio de un adelanto de dinero.
Lo que comenzó como una estafa terminó en un violento episodio que la dejó gravemente herida. Tras el ataque, Khetal desapareció y fingió un viaje a Europa, pero fue capturado semanas despuĆ©s por la PDI. Khetal fue condenado a 600 dĆas por homicidio frustrado y estafa.
El documental logra mostrar, con buen ritmo narrativo y sin caer en el morbo, lo complejo que es identificar a este tipo de criminales, pero también deja preguntas incómodas: ¿cómo alguien con 60 cargos pendientes puede entrar a Chile sin levantar alarmas? ¿Cómo fue posible que nadie detectara sus múltiples identidades falsas?
Es un capĆtulo que molesta, pero que tambiĆ©n invita a reflexionar sobre las debilidades de los sistemas de control migratorio y de justicia, tanto en Chile como en los otros paĆses. Este episodio es una advertencia: los estafadores no siempre visten de traje ni operan desde oficinas oscuras. A veces, se presentan como atletas, amigos o vecinos inofensivos.
Foto extraĆda de Infobae.